Mi paranoia se agrava pues un sueño recurrente de mi infancia se presentó es una de estas gélidas noches.Mi papá se convertía en Hulk.Y es que mi jefe estaba re-mamado de más joven y cuando trabajaba en labores domesticas los domingos en casa, sin camisa, me recordaba al Increible hombre verde.Este sueño me atacó y solo puedo pensar que, como buena hija de mi padre que soy, un buen día el mostro que llevo dentro saldrá y no tendrá compasión por nada ni por nadie.
También pienso en otros posibles escenarios; como aquel donde me sale más vello facial (aunque ser más bigotona no es pecado; al menos no uno muy grande), o aquel donde me aparece una nueva extremidad (ojalá sea un bracito) y completa el look de araña que me cargo.
Cualquiera que sea el caso, espero ese día; y mientras llega...tengo miedo, mucho miedo.